martes, 1 de septiembre de 2015

ANÁLISIS DE PERSONAJE DEL LARGOMETRAJE NETWORK (1976) DE SIDNEY LUMET

Fragmento de la película

Una película que expone las vísceras de la comunicación

Segundo ejercicio de reseña cinematográfica correspondiente a la asignatura Deontología del Artista Audiovisual de la carrera de Producción de Artes Audiovisuales de la Universidad Autónoma de Bucaramanga.

Sobre la producción

Es una cruda narración sobre las entrañas de un canal de televisión estadounidense en la mitad de la década de los años setenta, muestra sin censura como se toman las decisiones desde los niveles administrativos hasta el más alto de los escalones corporativos; y se constituye en un discurso claro sobre las cuestiones éticas y morales relacionadas con el ejercicio en la producción audiovisual.

Escrita por Paddy Chayefsky y dirigida por Sidney Lumet.

La producción ejecutiva estuvo a cargo de Howard Gottfried y Fred C. Caruso, la dirección de fotografía realizada por Owen Roizman, el montaje Alan Heim y la música a cargo de Elliot Lawrence.

La compañía productora y distribuidora fue Metro-Goldwyn-Mayer.

Sobre el éxito del largometraje

La cinta obtuvo cuatro premios Óscar así mejor actor principal (Peter Finch), mejor actriz principal (Faye Dunaway), mejor actriz de reparto (Beatrice Straight) y mejor guion original (Paddy Chayefsky).

En el año 2000 la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos la consideró como parte del patrimonio cultural de ese país ordenando su preservación para la posteridad por ser "cultural, histórica y estéticamente significativa".

El personaje escogido para el análisis

Los personajes principales son los siguientes:

Howard Beale (Peter Finch)
Es un hombre maduro que se desempeña como presentador de un noticiero perteneciente a la cadena de televisión privada UBS, productora con problemas financieros derivados del decaimiento en los índices de aceptación por de los televidentes, en especial de su programación informativa, al ser despedido por los motivos anteriormente expuestos, en vivo y en directo frente a la audiencia afirma su intención de suicidarse en pantalla, aseveración que inesperadamente eleva los niveles de sintonía y le da una segunda oportunidad como una especie de gurú portavoz de la generación inconforme y lo constituye como el representante de la clase media estadounidense; lo que derivó en importantes ganancias económicas a la productora, que lo mantuvo hasta que las encuestas fueron desfavorables y produjeron su asesinato.

Max Schumacher (William Holden)
Hombre maduro, editor de noticias y productor de la cadena UBS, amigo de Beale desde que ingresaron a trabajar en la televisión, se muestra ambiguo durante la narración audiovisual, parece ser un jefe centrado pero por apartarse de los lineamientos de la cadena sufre las vicisitudes del despido; en algunos momentos es  un director comprensivo y tolerante pero también implacable, aún con Howard, se muestra como un hombre de familia y sin embargo traiciona a su esposa teniendo un romance turbio con Diana.

Frank Hackett (Robert Duvall)
También es un hombre en que ha superado la mitad de su vida y carrera, posee un cargo directivo privilegiado por encima de otros miembros administrativos de la cadena UBS, sin embargo, debe su fidelidad a los miembros corporativos de la compañía, es por esto que a lo largo de la historia opta por tomar de decisiones controvertibles para satisfacer los intereses de los accionistas, llegando a proponer el asesinato de Howard.

Diana Christensen (Faye Dunaway)
Una mujer de mediana edad, independiente, liberal y emprendedora que lucha en un entorno netamente masculino, es la directora de programación del noticiero de la cadena UBS que es presentado por Howard. Es sagaz, intrépida e inescrupulosa y recurre a diferentes métodos cuestionables para aumentar los índices de sintonía televisiva. Tiene un romance clandestino con Max y logra ascender hasta el nivel de los corporados, obteniendo el favor de todos ellos al punto de hacer del homicidio de Howard un espectáculo transmitido por la señal de televisión.

Arthur Jensen encarnado por Ned Beatty fue el personaje que decidí estudiar y en el que se centra esta entrada del blog, aunque su aparición en pantalla es relativamente corta, su aporte es esencial para la resolución de la historia y sus argumentos en torno a la filosofía corporativa son llevados a la zona del rito y la religión.

Jensen es el presidente de la compañía propietaria de la UBS, el más alto ejecutivo en la cadena de mando relacionada con el noticiero y el canal, un hombre que ya tiende hacia el ocaso de su vida, se muestra como un empresario exitoso y sabio en lo relacionado con los negocios que comenzó desde abajo, y su ejemplo demuestra que la tenacidad, disciplina y perseverancia se traducen en satisfactorios resultados.

Su simpatía y comprensión transmutan en una sabiduría absoluta sobre la vida y se transfigura en el sumo sacerdote de la espiritualidad de los negocios y en menos de cinco minutos refuta siglos de construcción del pensamiento occidental y sienta las bases de un orden netamente económico dominado por una gran corporación global en un futuro cercano, al punto de persuadir a Howard para que sea el profeta de su credo y muera como mártir ante los feligreses televidentes.

Prácticamente cuarenta años después de haber sido estrenada la película, el mensaje central y las palabras contenidas en la actuación de Jensen se muestran frescas y actuales; las premisas y planteamientos parecen predicciones y vaticinios cumplidos al pie de la letra a lo largo de estas décadas, no solamente en Estados Unidos sino también en nuestro país. Las palabras de Jensen se constituyen en un discurso crítico y premonitorio sobre el poder de los medios audiovisuales; desde la revolución francesa se había considerado que los medios de comunicación, en ese caso la prensa, se constituían como el cuarto poder en contraposición al planteamiento tripartita de la teoría política moderna que únicamente consideraba tres elementos, todos derivados de la soberanía del Estado: ejecutivo, legislativo y judicial.

Lo empírico ha demostrado que los tradicionales poderes públicos han disminuido en su capacidad de acción y los que se derivan de los capitales privados y que en los últimos años incluyen al cine, la televisión y lo relacionado con el internet y las redes sociales, entre otros, han aumentado considerablemente.

El contenido profético

Finalmente quise hacer la transcripción del monologo de Jensen al reunirse con Beale, por considerarlo literalmente impecable y tristemente premonitorio.

¡Se ha entrometido con las fuerzas primitivas de la naturaleza Señor Beale y yo no se lo tolero!

¡Usted cree que solamente ha impedido un negocio, pero ese no es el caso!

¡Los árabes se han llevado millones de dólares de este país y ahora tienen que reponerlos, es el flujo y reflujo, es el ritmo de las mareas, es un equilibrio ecológico!

Usted es un viejo que sólo piensa en términos de naciones y pueblos, no existen naciones, no existen pueblos, no hay rusos, no hay árabes, no existen terceros mundos ni occidente.

Existe únicamente un gran sistema de sistemas, un vasto y salvaje entretejido, intercalado, multivariable, multinacional dominio de dólares, petrodólares, electrodólares, multidólares, marcos, yenes, libras, francos y rublos. Es el sistema internacional monetario, que determina la totalidad de la vida en este planeta. Ese es el orden natural de las cosas de hoy día.

¡Esa es la estructura atómica y subatómica, y universal que configura las cosas de hoy día!

¡Y usted se ha entrometido con las fuerzas primitivas de la naturaleza!
¡Y usted debe repararlo!

Usted aparece en su pequeña pantalla de veintiún pulgadas y grita sobre América y la democracia.

No existe América, no existe la democracia. Sólo existe la IMB, la ITT, la AT&T, y DuPont, Dow, Union Carbide y  Exxon. Esas son las naciones del mundo hoy en día.

¿De qué hablan los rusos en sus Consejos de Estado?
¿De Carlos Marx?

¡No!

De sistemas de programación lineal, de teoría sobre estadística, de problemas económicos, y computan costos de sus transacciones e inversiones como hacemos nosotros.

Ya no vivimos en un mundo de naciones e ideologías Señor Beale.

El mundo es un colegio de corporaciones inexorablemente dirigido por los estatutos inmutables de los negocios. El mundo es un negocio Señor Beale, lo ha sido desde que el hombre salió arrastrándose del barro. Y nuestros hijos vivirán Señor Beale para ver eso.

Un mundo perfecto en el que no habrá guerra ni hambre, presión ni brutalidad. Una vasta y ecuménica compañía asociada en la que todos los hombres trabajarán para servir a un beneficio común, en la que todos los hombres poseerán una cantidad de acciones, en la que se les cubrirán todas las necesidades se les moderaran todas las ansiedades y les divertirán para que no se aburran.

Y le he elegido a usted Señor Beale para predicar este evangelio.

Porque sale usted en televisión, sesenta millones de personas le ven cada noche de la semana de lunes a viernes.

Fuentes

American Rethoric

Story of Stuff

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