En ésta película percibí
una intención realista pero sustancialmente diferente a las otras dos
manifestaciones estudiadas anteriormente (Cine Clásico de Hollywood y el
Neorrealismo Italiano), en esta ocasión el propósito es la narración de las circunstancias
de los personajes caracterizados por no pertenecer a una ideología concreta ni
perseguir un fin altruista, social o documental.
Vi en Sam Spade a un
detective inescrupuloso y ambicioso, en Ruth Wonderly - Brigid O’Shaughnessy a
una fémina mentirosa, suplantadora con rasgos de mujer fatal, y en Kasper
Gutman, Joel Cairo y Wilmer a una trilogía de criminales organizados.
Las ideologías y valores
quedaron sometidos al crimen sin ningún otro móvil más allá que el dinero y sin
ninguna lección moral para el espectador; no se evidenció claramente una
división entre el héroe y el antihéroe o representantes del bien o del mal.
En la búsqueda del Halcón
Maltés encontré una trama intrincada de homicidios, perfidias y mentiras
mostradas como cotidianas y corrientes propias del ecosistema mezquino de las
investigaciones privadas, la delincuencia y el trato con las autoridades de
policía en las calles de San Francisco.
Otras relaciones
encontradas entre el filme y las características del cine negro son:
·
Luces
cenitales y sombras que magnifican el ambiente sórdido y mentiroso.
·
Planos
a contraluz y claroscuro que enaltecen el misterio de las escenas y los
diálogos.
·
Encuadres
en planos picados y contrapicados con ángulos bajos.
· Ambientación en locaciones cerradas y acciones
en horas de la noche.

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