lunes, 3 de febrero de 2014

Sobre la Rosa purpura del Cairo de Woody Allen


Varias conclusiones se desprenden de esta película:

La sociedad media estadounidense enfrascada en la gran depresión perfectamente retratada en el matrimonio de Cecilia y Monk, en esta pareja se vislumbra el papel de la mujer trabajadora, maltratada y el hombre, víctima de la crisis y el desempleo, que traduce su frustración en violencia, infidelidad y machismo. En contraste la ostentación de la clase burguesa característica de la época dorada de Hollywood de los años veinte viviendo en medio del lujo y la vanidad aunque el país se cayera a pedazos.

La industria del cine estructurada e intrincada con diferentes elementos donde cabe resaltar la referencia expresa al papel de los abogados y los sindicatos de actores.

El enfrentamiento de la realidad y la ficción, donde Cecilia en su miserable vida y en la medida de sus posibilidades gracias al cine evade sus circunstancias y un día común ve transformado su ya trastornado entorno con su encuentro con Tom dando paso a un romance infantil y casi idílico.

En medio de la trama se vislumbran otras oposiciones como la de los productores y los actores y la de los actores y sus personajes constituyéndose en una crítica entre líneas a la rigurosidad del cine de la década del 20.

Finalmente es impresionante como se muestra al personaje de Tom como un ser sincero y justo en contraposición al de Gil, el actor que lo caracteriza, un manipulador mentiroso que finge amor por Cecilia para lograr su propósito egoísta alejándola de Tom para después abandonarla de nuevo en su patética vida y caer en el círculo trágico de someter su propia vida a una fantasía.

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